Remitiéndonos a Freud y un poco jugando con su teoría de «Pulsión de muerte» es que podemos casi afirmar que a los humanos nos gusta sufrir, y que más placer que hacerlo de amor. Si no, como se explica esa interminable seguidilla de canciones tristes que escuchamos cuando estamos enamorados https://elliottrpexm.win-blog.com/8276951/about-tarot-gratis-100-efectivo